HELADA EN EL MONASTERIO. Una sensación diferente
Agua, roca, musgo y hielo nos rodean a cada paso que damos. Como un blanco sudario, el hielo cubre con su pátina todos los rincones. Solo la fuerza del agua consigue vencer el inmenso poder de los gélidos cristales y fluye, atronadora, en cada salto y desnivel del cauce. Impresiona el poder fantasmal del duro elemento que, como si de humo se tratase, se extiende por doquier.
Duros carámbanos salpican el paisaje. Las cuevas y recovecos abren sus fauces ante nosotros mostrandonos sus desdentadas bocas cinceladas con el paso del tiempo y orladas de chupones que parecen engullirnos irremediablemente. Como escaleras talladas en el musgo, duras y resbaladizas gradas, acompañan al agua saltarina que, en medio del fascinante paisaje, siguen su curso brincando amenazante en impresionantes cascadas.
Bellas y evocadoras imágenes que nos invitan a sentir la belleza despiadada del inmisericorde hielo.
Texto de José Manuel Trullén
Joder pues sí que da frío siiii pero son preciosas
ResponderEliminar¡Espectacular!, como cada uno de tus reportajes.
ResponderEliminarEspectaculares y muy sugestivas las fotografías. Ha llegado el frío!!
ResponderEliminarMaravillosas todas, me encantan!
ResponderEliminarAgua en todos sus estados!!!!!!! Maravilloso.
ResponderEliminarLa belleza del Monasterio de Piedra en su máximo esplendor. Preciosas.
ResponderEliminarUnas fotos preciosas, como en Frozen. Gracias por compartirlas.
ResponderEliminarEspectaculares. Momentazo estar ahí.. y no caerse!!! Maravillosas. Un abrazo Miguel
ResponderEliminarPusiste tu vida en peligro. Saliste ileso y podemos disfrutar de la belleza de la helada en el Monasterio. Gracias. Teo
ResponderEliminarMe encantan estas cosas alguna vez me he llevado algún susto. Las fotos estupendas
ResponderEliminarEstupendo reportaje fotográfico, es muy bonito al natural, pero con esta helada es belleza. Enhorabuena.
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