LOS CEMENTERIOS: "UN REMANSO DE PAZ... A VECES INFINITA"

Amamos cuerpos, cabellos,
carnes y formas humanas,
rostros hermosos, perfectos,
sonoras sonrisas blancas.
Amamos sonidos y ecos,
sinfonías apagadas,
quimeras, sueños, proyectos,
irrealidades vanas.
Amamos cofres enfermos
que encierran vidas pasadas,
que surcan como veleros,
nuestra existencia mundana.
Mas no amamos la belleza,
la caricia, la palabra,
la infinitud, la certeza
y la eternidad del alma.
Ignoramos la destreza
con la que el maligno engaña,
fiando todas las fuerzas
a otro beso, otra mañana.
Creemos en el futuro
y el presente nos espanta
y recordamos los duros
momentos sin esperanza.
Recorremos los caminos
para acabar las andanzas
en un diminuto nicho
dentro de una hermosa caja.
Y así, sin pena ni gloria,
sin haber amado el alma,
dilapidamos la historia
de nuestra vida cansada.
El cuerpo envejece y muere,
la belleza acaba ajada,
la juventud se oscurece
y la hermosura se acaba.
Cementerios, camposantos,
llenos de historias cercanas,
de llantos y de quebrantos,
de amores de cuerpos y almas".

Textos: José Manuel Trullén