VENTANAS INDISCRETAS A TRAVÉS DE MI MIRADA

Siluetas tras los visillos
de ventanas indiscretas,
atrapan nuestros sentidos
y nuestra mirada intensa.
Ocultan hechos vividos
entre roturas y grietas
y con bellos enlucidos
se muestran aún más coquetas.
Separan llanto y olvido,
conversaciones secretas,
lo feliz y lo sufrido,
las inalcanzables metas.
Con colores atrevidos
muestran su porte y belleza
y entre hierros retorcidos
esconden su fina esencia.
Desde dentro, cual cautivos,
nuestra mirada tropieza
con universos furtivos
que transitan la impaciencia.
Desde fuera, como niños
en su infantil inocencia,
imaginamos destinos,
realidades y ausencias.
Se amontonan como nichos
y en su feroz competencia,
muestran hermosos caprichos
y engalanan su presencia.
Madera, hierro, aluminio,
trabajados con paciencia,
luchan contra el exterminio,
con singular resistencia.
Ocultan amor e idilios,
tras las rendijas secretas
y ocultan asco y hastío
a miradas indiscretas.
Sustentan rosas y lirios,
clavelineras y hiedras,
que adornan huecos vacíos
y perfuman con su esencia.
Ventanas de viento y frío,
de luz brillante e intensa,
de fracasos y amoríos
y de realidad incierta.
Abiertas en el estío,
las voces las atraviesan
y cerradas contra el frío
parece que ya están muertas.

Texto: José Manuel Trullén