VILLA DE HECHO

 Viejas calles empedradas
viejas casas, viejas puertas,
balcones llenos de flores,
de geranios y de hortensias,
saludan al visitante
y con humildad se entregan.
Cuanta historia hay en tu valle,
cuantas hermosas leyendas,
cuanta belleza en tus trajes,
cuanta música en tus venas,
cuanta vida hay en tus bares
mientras en la calle nieva.
y cada copo que cae,
blanqueando las aceras,
va besando tus lugares
desde Oza hasta Siresa,
creando hermosas postales,
de picos, valles y selvas.
Pastores te han recorrido,
buscando la mejor hierba
que en tus puertos ha crecido,
verde, luminosa y fresca
y regalando al oido
las canciones de ésta tierra.
Navateros y bandidos,
cazadores y poetas,
han forjado los destinos,
de éstos valles y éstas sierras,
por veredas y caminos,
por calzadas y por cuestas.
En otoño se marchaban,
golondrinas volanderas,
a fabricar alpargatas,
buscando algunas monedas
que ayudaran en la casa
para llenar la despensa
y pasado el crudo invierno,
volvían en primavera
para ayudar en el huerto,
en el corral o en la era,
sin detenerse un momento,
sin dar descanso a las piernas.
Val d'Echo de tristes montes,
de barrancos y aguas tuertas,
de dólmenes y de ibones,
de vacas y de madera,
de chiretas, chuletones,
de tradiciones y fiestas.
Bravos chesos te custodian
y guardan las bellas letras
de tu folklore y canciones
que los mejores poetas
dedicaron a los hombres
y mujeres de éstas tierras.

Texto: José Manuel Trullén