UN GRAN PASEO "DÍA Y NOCHE" POR EL RECINTO FERIAL DE ZARAGOZA 2022 (Dedicado a mi alumno y amigo José Manuel Paton)

Nómadas del territorio
para ganarse la vida,
recorren pueblos, ciudades,
con esfuerzo y gran fatiga.
Norias que giran y giran,
olor a dulce y comida,
máquinas infernales
suben y luego aterrizan
provocando espanto y náusea,
gritos de terror y risas.
Algodón deshilachado,
manzana dulce mordida,
churros, buñuelos, patatas,
chufas, coco y más delicias.
Allá un puesto con mil globos
para probar puntería,
palillos y perdigones,
pistolas y carabinas.
Voces invitando al público
a probar suerte o desdicha,
tablas que, como claquetas,
nuevos sorteos inician.
Camellos sobre las dunas
se van colocando en filas
por ver cuál llega primero
para darte una vajilla
o un gigantesco muñeco
o un karaoke a pilas.
Trenes con brujas y escobas,
montañas de altas subidas
con bajadas trepidantes
que te revuelven las tripas.
Golpes en coches de choque,
motos y bicis en pistas,
barcas surcando los mares
sin grumetes y en piscinas,
tiovivos, caballitos,
en donde niños y niñas,
buscan ser grandes jinetes,
bomberos y maquinistas.
Circos en enormes carpas,
payasos y equilibristas,
desafiando a la altura,
cruzan los funambulistas
o lanzándose al vacío,
los fibrosos trapecistas.
Niños con ojos brillantes,
padres de eternas sonrisas,
abuelos emocionados
recordando viejos días.
Es la feria, son las fiestas,
momentos que, por unos dias,
nos traen juerga y desenfado
y alejan tedio y rutina,
transportándonos a un mundo
de luz, de color y vida.

Texto José Manuel Trullén